domingo, 6 de marzo de 2011

Un baño en Ruidera

Recuerdo de Las Lagunas en el verano de 2006:

Aunque el agua era poca, el azul intenso y el calor de julio llamaban a un baño. Hubo que pegar algunos saltos temerarios hasta bajar a la orilla de esta playa accidental. La laguna estaba cristalina, el agua apenas se movía y no había ni un solo ruido; si mirabas hacia el cielo, encajonado entre las rocas, bien podías decir que habías llegado al fin del mundo. Menudo baño que esperaba.


El fallo fue pisar, aunque por muy poco, la orilla antes de pegar un salto al agua. El pie se me hundió 30 centímetros en la arcilla empapada, el salto lo fue solo a medias y cuando me quise poner de pie y sacar la cabeza, había un montón de algas que se me colaban entre los tobillos que lo ponían bastante difícil. Algas o lo que fuera, porque aquél azul cristalino se ha convertido en un caldo marrón pálido impracticable que me rodea y a través del cual no se veía NADA. Un auténtico asco inesperado que acabó en miedo puro -de aquí al fondo de la tierra, tragado por uno de esos ojos de los que hablan, y adiós muy buenas- me dije. Y salí a rastras llenándome bien de barro, hundiendo las piernas en la arcilla a cada paso.


Es curioso: las lagunas existen en y gracias a un terreno calizo y poroso que aloja el agua y deja que se filtre de unas a otras, pero a la vez sobreviven gracias a un fondo arcilloso, resbaladizo e impermeable que impide que se pierdan sus últimas existencias. Algo así, diría yo.

El suelo recuerda al que se ve en el terreno inundado de Las Tablas de Daimiel. Se me han quitado las ganas de bañarme en el Parque Nacional.
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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es que nos quedamos en Ruidera de vacaciones?? que pasó?? ya no va a haber mas entradas en el blog??

WordPhotoCuesT dijo...

Bueno, andaba "disfrutando" del baño en Ruidera...
Me alegro de que se me eche de menos.
Y agradezco este tirón de orejas: ¡ya sigo!

Javier dijo...

La única playa en la que eso no ocurre es la de Entrelagaos, la más grande de las lagunas, pero dicha playa está privatizada por unos cabrones que tienen su hotel montado y te cobran unos cinco euros por entrar a "su propiedad" y pegarte un baño, recordemos, un hotel que tiene vallada y que cobra por acceder a una laguna, no piscina no, laguna "de todos" (se supone). Aun así merece la pena pasar (aunque haya que joderse y pagar a estos ladrones) porque allí el fondo es de lo más marítimo (no hay tanta alga ni ciénaga).

Sobre los famosos ojos... lo de Ruidera son sifones, y sí, normalmente se tragan a alguien (es mejor no nadar más allá de las zonas delimitadas, nadie se hace responsable de lo que te ocurra allí). Hace unos años cerraron una laguna porque la tierra se tragó a un hombre (cosas de la sequía, una cueva subterránea completamente seca, su techo - nuestro suelo - cedió y lo pagó el pobre hombre).

Saludos.