Cabrea y mucho ver semejante infraestructura cuando uno anda buscando el río “que le robaron”: mi Guadiana, ese al que escribo y mitifico, se lo quedan para ellos solos unos cuantos campos de cultivo miserables. Y fastidian especialmente esos carteles y grabados que pregonan orgullosos “Confederación Hidrográfica del Guadiana”
domingo, 27 de marzo de 2011
Regantes de Peñarroya
Me las prometía gloriosas al ver tanta agua bajar desde la presa: hoy no se me escapa el dichoso sumidero del Guadiana. Había oído que el río se perdía en un lugar llamado La Membrilleja, un antigo molino que está un par de kilómetros de Argamasilla río arriba, y hacia allí me iba, sin perder de vista ni un segundo el azul, temiendo que en cualquier momento pudiera desaparecer. De camino ya llegaron sorpresas: una gigantesta red de acequias de riego que se extiende en medio de una de las zonas más secas de España.
Cabrea y mucho ver semejante infraestructura cuando uno anda buscando el río “que le robaron”: mi Guadiana, ese al que escribo y mitifico, se lo quedan para ellos solos unos cuantos campos de cultivo miserables. Y fastidian especialmente esos carteles y grabados que pregonan orgullosos “Confederación Hidrográfica del Guadiana”
Cabrea y mucho ver semejante infraestructura cuando uno anda buscando el río “que le robaron”: mi Guadiana, ese al que escribo y mitifico, se lo quedan para ellos solos unos cuantos campos de cultivo miserables. Y fastidian especialmente esos carteles y grabados que pregonan orgullosos “Confederación Hidrográfica del Guadiana”
jueves, 17 de marzo de 2011
Ruidera: coge el río y no lo sueltes
Durante muchos años, he oído que las Lagunas de Ruidera son el nacimiento original del río Guadiana. Uno, claro, se cree lo que le dicen. Tras Las Lagunas, el agua bajaba hasta Argamasilla de Alba y se perdía bajo la tierra y aparecía varios kilómetros al oeste en Los Ojos del Guadiana bla, bla, blabla… (El discurso ya cansa). También que fue la presa de Peñarroya la causante de todos los males que hoy afligen a La Mancha Húmeda.
Hoy, en febrero de 2010, dicen que Peñarroya suelta agua sin parar. Me imagino, entonces, que de una vez por todas podré ver aquél fenómeno espectacular en el que la tierra se trague toda esa agua
Hoy, en febrero de 2010, dicen que Peñarroya suelta agua sin parar. Me imagino, entonces, que de una vez por todas podré ver aquél fenómeno espectacular en el que la tierra se trague toda esa agua
domingo, 6 de marzo de 2011
Un baño en Ruidera
Recuerdo de Las Lagunas en el verano de 2006:
Aunque el agua era poca, el azul intenso y el calor de julio llamaban a un baño. Hubo que pegar algunos saltos temerarios hasta bajar a la orilla de esta playa accidental. La laguna estaba cristalina, el agua apenas se movía y no había ni un solo ruido; si mirabas hacia el cielo, encajonado entre las rocas, bien podías decir que habías llegado al fin del mundo. Menudo baño que esperaba.
El fallo fue pisar, aunque por muy poco, la orilla antes de pegar un salto al agua. El pie se me hundió 30 centímetros en la arcilla empapada, el salto lo fue solo a medias y cuando me quise poner de pie
Aunque el agua era poca, el azul intenso y el calor de julio llamaban a un baño. Hubo que pegar algunos saltos temerarios hasta bajar a la orilla de esta playa accidental. La laguna estaba cristalina, el agua apenas se movía y no había ni un solo ruido; si mirabas hacia el cielo, encajonado entre las rocas, bien podías decir que habías llegado al fin del mundo. Menudo baño que esperaba.
El fallo fue pisar, aunque por muy poco, la orilla antes de pegar un salto al agua. El pie se me hundió 30 centímetros en la arcilla empapada, el salto lo fue solo a medias y cuando me quise poner de pie
jueves, 3 de marzo de 2011
Ruidera antes y después
Las Lagunas de Ruidera son la frontera límite de lo que compete a este viaje mitológico Guadiana arriba: su supuesto nacimiento. Los recuerdos que conservo de este paraíso me dicen que merecerá la pena la visita en este año de lluvias. Se trata de otro oasis manchego de aguas cristalinas (aunque esté en un lugar más verosímil: entre elevaciones del terreno) donde el agua también se cuela por todos los rincones, se filtra y llena cada una de las pozas enormes que conforma el Parque Natural.
Conservo fotografías de mi último paso por allí durante el verano de 2006. En comparación con las de finales de este enero de 2010, queda claro que han sufrido mucho las grandes sequías de los ’90 y 2000.
Aunque no lo creas, ambas fotos pertenecen al mismo lugar. De niño recuerdo tirarme desde estas rocas al agua y
Conservo fotografías de mi último paso por allí durante el verano de 2006. En comparación con las de finales de este enero de 2010, queda claro que han sufrido mucho las grandes sequías de los ’90 y 2000.
martes, 1 de marzo de 2011
¿Opinas? Febrero de 2011
A lo largo del segundo mes de vida del blog, los lectores habéis participado en un pequeño sondeo de opinión en el que se cuestionaba si… ¿Crees que se puede lograr un uso sostenible del Acuífero 23 (uno que permitiera, por ejemplo, ver brotar agua en los rebosaderos tradicionales) sin que para ello sea necesario abandonar cultivos y, así, los niveles de producción de la zona?. Las respuestas se han distribuido de la siguiente manera:
- Por supuesto ha obtenido un 8% de los votos
- Es bastante difícil ha obtenido un 23% de los votos
- Totalmente imposible ha obtenido un 5% de los votos
- Habría que replantear los usos de nuevo ha obtenido un 61% de los votos
- Por supuesto ha obtenido un 8% de los votos
- Es bastante difícil ha obtenido un 23% de los votos
- Totalmente imposible ha obtenido un 5% de los votos
- Habría que replantear los usos de nuevo ha obtenido un 61% de los votos
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